Mi escritorio ya no era mío; pertenecía a cables y cajas de plástico. Era un desastre total que, si intentaba deshacerme de él, aumentaba en lugar de desaparecer. Había varios discos duros externos, y cada uno tenía su propio propósito, según indicaban las etiquetas: uno para fotos, otro para proyectos de clientes, otro para copias de seguridad y algunos discos duros misteriosos sin etiqueta alguna.
Encontrar un archivo implicaba conectar varias unidades y esperar a que arrancaran, con la esperanza de abrir la correcta. A veces lo encontraba. Otras veces, me daba por vencido y lo volvía a descargar desde un correo electrónico.
Estaba bien, pero cuando se volvió rutina, me frustró muchísimo. Decidí traer algo nuevo y valioso a mi vida.
Pero la decisión de lo que necesitaba fue complicada.
Al final conseguí un lugar central para todos mis archivos: algo rápido, fiable y lo suficientemente pequeño como para estar en mi escritorio sin ocuparlo todo. Esa búsqueda me llevó a... NAS totalmente SSD Aiffro K100, un mini NAS del tamaño de un escritorio que finalmente reemplazó toda mi pila de unidades externas.
Por qué necesitaba una mejor configuración de almacenamiento que las unidades externas
Tenía algunos discos externos que eran buenos para tareas sencillas de almacenamiento. Me habían funcionado cuando tenía menos archivos.
Pero hace unos años, mis problemas se dispararon a medida que crecían mi trabajo y mis proyectos personales. Principalmente eran:
- El desorden de cables hacía que mi escritorio pareciera una sala de servidores.
- La capacidad limitada implicaba tener que comprar constantemente nuevas unidades.
- Sin redundancia. Si una unidad fallaba, mis archivos también.
- Transferencias lentas, especialmente para fotografías o proyectos de vídeo de gran tamaño.
Cambiar de disco para diferentes proyectos se convirtió en una pérdida de tiempo diaria. Las copias de seguridad eran inconsistentes, y eso era aún peor. Quería algo siempre activo y accesible. Algo diseñado para algo más que un uso ocasional. Un sistema de almacenamiento que creciera conmigo, sin obligarme a añadir más discos.
Descubriendo el concepto Mini NAS
Un mini NAS es un almacenamiento conectado a red (NAD) de tamaño pequeño. Se trata básicamente de un servidor de almacenamiento personal que se conecta a tu red. Puedes almacenar archivos y acceder a ellos desde cualquier dispositivo. Te ayuda a mantener todo en un solo lugar.
Se diferencia de las voluminosas unidades NAS que se instalan en racks de servidores. Este minisistema NAS de escritorio es compacto y silencioso. Estos dispositivos están diseñados para uso personal o en pequeñas empresas.
Puedes pensar en ello como tu propia nube privada, lo que significa un espacio de almacenamiento rápido y seguro que está completamente bajo tu control.
Encontré algunos beneficios de un mini NAS para personas como yo:
- Almacenamiento centralizado para todo lo relacionado con el trabajo y tu almacenamiento personal con copias de seguridad.
- Acceso remoto desde cualquier lugar de la casa o incluso desde el exterior.
- Protección incorporada contra la pérdida de datos.
Este pequeño paquete tenía todo lo que necesitaba en ese momento. La única duda era cuál comprar.
Por qué elegí el NAS All-SSD Aiffro K100 en lugar de otras opciones
Mi prioridad es el tamaño compacto y el alto rendimiento. Buscando opciones, encontré el NAS Aiffro K100 All-SSD, que cumplía con todos los requisitos:
- Su tamaño reducido hace que sea fácil colocarlo al lado de mi monitor.
- Ofrece un gran rendimiento gracias a un procesador Intel Alder Lake N100 con 4 núcleos, 8 GB de RAM LPDDR5 y soporte para cuatro SSD NVMe.
- El diseño totalmente SSD ayuda a que funcione con menos o ningún ruido, pero a velocidades más rápidas.
- Su naturaleza duradera hace que funcione eficientemente durante todo el día sin generar calor.
- El mini NAS K100 viene con una configuración sencilla, por lo que no es necesario ser un ingeniero de redes para ponerlo en funcionamiento.
Su construcción de aleación de aluminio le daba una sensación de calidad superior, y me gustó que no estuviera sobrecargado con extras innecesarios. Simplemente un mini NAS sólido y de alta velocidad, listo para funcionar.
Configuración de mi sorprendentemente sencillo K100 Mini NAS
Recibí mi K100 en una caja pequeña, y mi primera impresión fue que era realmente pequeño. Es un dispositivo con un adaptador de corriente tipo C y un cable de datos. La configuración fue rápida y sencilla, aunque no soy técnico.
- Instalé los SSD NVMe en los cuatro disponibles M.2 ranuras.
- Conecté el K100 a la corriente y a mi red.
- Lo encendí y accedí a la interfaz de configuración desde mi computadora portátil.
- Elegí mi configuración de almacenamiento preferida y creé carpetas.
La interfaz era sencilla, sin menús confusos ni guías de 50 pasos. En una tarde, lo había transferido todo de mis discos externos al K100. Ver cómo años de archivos dispersos se reunían en un solo lugar fue curiosamente satisfactorio.
Cómo el K100 me ayudó a centralizar mi vida digital
¿Dónde estaban mis archivos? Esa era la pregunta principal antes de la llegada del K100. Mis archivos estaban en una docena de lugares diferentes. Ahora están seguros y residen en una sola unidad a la que tengo acceso. Puedo acceder a documentos de trabajo, fotos, vídeos y copias de seguridad sin tener que pensar en qué unidad están.
Es flexible y me permite acceder a los datos almacenados desde cualquiera de mis dispositivos. Accedo a ellos desde mi ordenador de escritorio y portátil. Disfruto usándolo en mi teléfono sin necesidad de conectar nada.
La sincronización en tiempo real también es posible con el K100. Así, si edito un archivo en un dispositivo, se actualiza en todos lados.
Un ejemplo: la semana pasada, un cliente me pidió un proyecto que hice hace dos años. Lo encontré en segundos, sin tener que rebuscar entre discos viejos. Solo eso me hizo apreciar este mini NAS.
Rendimiento que reemplazó todas las unidades externas que tuve
Los discos duros externos siempre me ralentizaban. Los archivos grandes tardaban muchísimo en copiarse y los discos giraban con un ruido constante.
El almacenamiento SSD del K100 se siente instantáneo. Los archivos multimedia grandes se transfieren rápidamente y no se ralentizan, incluso con varios dispositivos accediendo a ellos. No se inmutó al reproducir videos de alta resolución y realizar copias de seguridad simultáneamente.
La diferencia con mi antigua configuración es abismal. Es más rápida y fiable a la vez.
Eficiencia energética y diseño que ahorra espacio del K100
El poco espacio que ocupa el mini NAS Aiffro K100 es uno de mis temas favoritos. Es apenas más grande que un montón de posavasos, así que cabe perfectamente junto a mi monitor. Así que, por fin, me ayudó a ver mi escritorio sin pilas de discos voluminosos ni un lío de cables.
Además, es silencioso y de bajo consumo. El diseño íntegramente con SSD implica que no hay piezas giratorias, lo que lo mantiene fresco sin ventiladores ruidosos. Funciona todo el día sin preocuparme por la factura de la luz.
Tranquilidad con redundancia y seguridad
Por fin tengo redundancia adecuada con el mini NAS Aiffro K100. Admite configuraciones RAID. Esta función me ayuda a mantener mis datos seguros si falla un SSD.
También ofrece cifrado y controles de acceso. Esto significa que puedo proteger archivos confidenciales con este dispositivo. El K100 también realiza copias de seguridad automáticas para mantener mis datos actualizados sin que tenga que recordar hacer copias de seguridad manuales. Ya no tengo que preocuparme por perder años de trabajo por un solo fallo en el disco.
Conclusión
Estoy considerando actualizar al Aiffro Mini NAS K100 All-SSD Como mi mejor decisión tecnológica. Deja mi escritorio más ordenado al reemplazar la pila de discos duros voluminosos. Lo que ocupa es un pequeño espacio detrás de mi monitor, que es prácticamente invisible.
Mis archivos están organizados en un solo lugar de forma segura gracias a un plan de copias de seguridad adecuado. Me ahorra tiempo conectando y desconectando unidades. Todo lo que necesito está en un solo lugar, con acceso rápido y protegido contra pérdidas.
Un mini NAS de escritorio como el K100 te ahorra tiempo y espacio. Nunca te cansas de tener que lidiar con discos externos. Transformó un sistema de almacenamiento previamente desordenado y poco fiable en una configuración en la que puedo confiar a diario.
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